sábado, 1 de diciembre de 2007

Una señal de dios, digo, de Dios

Así es.. esta mañana me fui a comprar la correa y el pretal a mi pequeño pekinés de 5 mesecitos. Luego de las usuales caricias propinadas por el vendedor que es una masa, salí enfrente a la placita de los Periodistas para que conozca la libertad limitada, los olores, demases perritos y el suave pasto en sus garritas de cachorro. Miraba todo el tiempo hacia donde estaba para comprobar que estaba todavía con él.. daba vueltas sin parar, olfateaba todo y como era de esperar debido a su inusual carácter dócil y extremadamente dulce, se hizo amigo de cuanto perro hubo allí, a saber: un ciberiano, un doberman, uno de raza común, etc.

Llegó el momento de irnos y llegamos al supermercado Día que es el que me queda más cerca. Lo puse en mi bolso de Rocco donde asomaba solamente su cabecita (aclaro que su padre es un pekines enano, así que aparte de cachorro chiquito es más de lo usual para el promedio de su raza).

Apenas entro la cajera me dice que no puedo entrar con el perro y ante mi negativa de 'voy a entrar igual' me manda un 'me cae bromatología', 'no vas a pagar la multa vos', etc.. y le dije que no tocaba alimento alguno, y que no era la primera vez que entro con el cachorro, y que ella era nueva. Me mintió diciendome que no era nueva, bla bla..

Me fui enfrente al fiel super de los chinos que tiene todo y más que en ese apestoso Día donde cambian a las cajeras cada semana.. ya estoy sospechando que las tienen encerradas tipo Hostel parte I y II porque aparte de la miseria que les pagan y lo terrible que se ven no puede ser que cambien tan rápido en cada local al que voy.

En el super de los chinos hay un gato negro peludo y esbelto con unos ojazos amarillos que es un amor peludo. Cuando lo llamo viene dispuesto a recibir tandas de cariños.. me muero por él.. se vé que no tienen problemas con los de bromatología.

Caminando a casa me propuse volver al supermercado Día y sacarle una foto a la cajera y bajarla acá para que todos la vieran, y estaba total y absolutamente convencida.. me inundaba la bronca, la ira, estaba lista para escracharla de cualquier manera posible... hasta que recibí una señal de Dios, o más bien lo sentí como una cometa para que no haga dicha acción malvada: en el hall del edificio me encontré 100 pesitos...

No importa cuánto gane en la vida, encontrar billetes por la calle es lo más.. aunque en un principio pensé que eran míos y que fue toda una suerte que nadie los haya visto.. pero no era así la cuestión, así que entré convencida que fue el que nos mira desde arriba, así que yo le digo, ya que nos vé y está atento a todas nuestras acciónes: Sos groso, sabelo!


2 comentarios:

Galgo dijo...

Ya no hay excusa para ir a comer vegetales.

En realidad vos sos muy grosa, y a mi me da caspa porque este año, como ya sabes, nada de nada... pero bien merecido lo tenes, caramba.

Y no la emprensdas contra lasa cajeras de Dia, suficiente tiene con sus karmas.

Elisabel dijo...

caramba... de sòlo recordar esa carita tengo ganas de matarla.. pero ciertamente tiene demasiado con su vida miserable...